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Música Oscura

Por Moses Garcia

La música equivale siete tonos y cinco semitonos.  Eso es.  Es todo. ¡Verdaderamente!  Toda la música en su entero sinfín es la infinita combinación y variación de tono, compás, ritmo, volumen, estilo, intensidad, ataque, y patrón, dentro de los confines de doce notas.  No hay nada más que eso.  Es difícil a veces creer que este maravilloso y asombroso lenguaje llamado música es derivado de meramente doce letras.

Entonces, si este es el caso, ¿hay tal cosa como “la música del diablo?”

Cuando Ludwig Von Beethoven estrenó su quinta sinfonía, muchos críticos le llamaron a la obra “música del diablo.”  Aunque parezca curioso en el presente, esta obra ha de haber parecido estremecedora para los primeros asistentes.  Y al parecer, los que suelen categorizar algo como música del diablo, tiende a tratarse de sonidos fuertes y golpeo.  Está bien, excepto que realmente no acierta ninguna cosa.  Especialmente no prueba nada cuando la evidencia es que una persona actuó violentamente después de escuchar una música, pero todos los demás que han escuchado la misma música se comportan completamente tranquilos y como temerosos de Dios.

Claro, la música es vasta en sus texturas extensas, tonos, y reflexión de muchas culturas.  Lo que una persona ama, otra persona puede sentirlo desagradable.  Se podría suponer que si la música inspira de manera positiva, también podría influenciar de manera negativa.  Aunque en general, aun con tema violento, los compositores no desean instigar violencia, a menos que se trate de temas políticos con metas y objetivos muy agresivos.

Entonces,  ¿dónde y porque se ha de usar la frase “música del diablo?”  Desafortunadamente el uso es típicamente para culpar algo que por su cuenta no tiene 

tal poder.  En vez de comprender que el mal está dentro de la persona y todos los factores que contribuyen a hechos malévolos, resulta más fácil decir que un cierto objeto fue lo responsable y no el individuo.  El hecho de que la música puede inspirar no significa que el individual se convierte en robot controlado por la melodía o sus palabras.  Se podría decir que “la música del diablo” es la mente perturbada en sí.  Que por razones de trauma y otros factores, es susceptible a influencias – no solo música, pero también libros, y toda variedad de los medios de comunicación que hay disponibles.

El bien y el mal existe en todos, y generalmente hay batalla para evadir cosas llamativas pero cuyas consecuencias podrían dañar a otros.  Pero no son decisiones difíciles si caminamos por buen camino espiritual.